Hola, soy Lorena. A los treinta años, me encontré en una encrucijada en mi vida. Durante cinco años, estuve luchando con la idea de someterme a un Retiro definitivo de implantes mamarios. Sentía que esos implantes no eran realmente yo. Sin embargo, había varios motivos que me mantenían dudando.
En primer lugar, estaba la cuestión económica. Sabía que una cirugía de este tipo requeriría una inversión significativa. Me preocupaba si realmente valdría la pena gastar tanto dinero en algo que no era esencial. Pero a medida que pasaba el tiempo, me di cuenta de que mi salud mental y mi confianza eran igualmente importantes, y que merecía invertir en mí misma.
En segundo lugar, me atormentaba la incertidumbre de cómo luciría después de la cirugía. Había vivido con implantes durante años, y la idea de enfrentarme a un cambio tan drástico en mi apariencia me asustaba. Me preocupaba si quedaría bonita, si me sentiría cómoda con mi nuevo cuerpo. Sin embargo, también sabía en lo más profundo de mi ser que mi verdadera belleza radicaba en ser auténtica y sentirme en armonía conmigo misma.
Por último, estaba el miedo a entrar a un quirófano. Como muchas personas, el ambiente médico me resultaba intimidante. Pensar en someterme a una cirugía mayor me generaba ansiedad. Sin embargo, comprendí que el miedo no debía gobernar mi vida y que, a veces, enfrentar nuestros temores es necesario para alcanzar la verdadera felicidad.
Finalmente, después de mucha reflexión y apoyo emocional, tomé la decisión de hacerme el retiro definitivo de implantes y ¿saben qué? llegué a las mejores manos, las de Dr. Fabián Cuevas. La cirugía fue exitosa y hoy me encuentro realmente plena de la decisión que tomé. Me siento muy feliz de haber sido valiente y de haberme animado a dar el paso que necesitaba para aceptarme y amarme así, como soy.